domingo, 8 de octubre de 2017

COMO TE DIJERA...

 


No existen las palabras ni expresiones adecuadas para expresar lo que siento, es como si el sol hubiese vuelto a brillar, ahora salgo a la calle y al ver el día, este parece ser mas brillante cada día, como si alumbrara un poco más. 
Y he vuelto a sentir el olor de los arboles, mi olfato percibe la vainilla, la lavanda, el pino y todos lo olores maravillosos que esconde cada espacio del mundo.
De repente el agua fluye y cuando me moja siento el alivio de su tibieza acariciando mi piel, cuando llueve las gotas que caen del cielo me saben a gloria, no temo mojarme con el regalo maravilloso que me da el cielo, finalmente el agua se evapora, se seca o alguien más se la bebe pero yo la disfruté primero.
El viento me acaricia y me trae consigo el alivio de su brisa, ya sea tibia o fría me despeina y me recuerda que aún sigo viva, que sobreviví, que soy mas fuerte ahora.
La musica me resulta estimulante hasta punto inimaginables, bailo y disfruto de cada acorde como lo mas maravilloso que ha tocado mis oidos, cada nota penetra mi mente y eleva mis sentidos a la nube más altas.
Como te dijera que gracias a ti recuperé mi escencia, mis sentidos, me recuperé a mi misma. No me alcanzan las palabras para agradecerte por todo lo que has hecho por mi.
Y te preguntaras como es posible que a pesar de tus diarios intentos fallidos por convertir mi vida en un pequeño infierno yo te agradezco, pues bien, despues de un buen tiempo junto a ti descubrí que podía amar con toda la fuerza, la locura y el desenfreno que existía en el mundo, y gracias a eso hoy sé que entregarlo todo no es una opción, que en el amor como en la vida es tan necesaria una dosis de egoismo como de generosidad. 
Por un lapso perdí la luz y el norte, pero acabo de recalibrar mi brújula, cambie todos los focos fundidos y reacomodé el sol, y te aseguro que hasta he guardado velas para una proxima vez obviamente otra oportunidad sin ti.
Me enterraste en vida, pero me diste la lección mas valiosa que jamás hubiese podido aprender, me enseñaste a reunir fuerzas de donde creí que no las habia y desenterrarme yo solita, cuando salí del hueco en el que me metiste ví la luz nuevamente y comprendí que la vida y cada día hay que valorarlo, vivirlo, saborearlo y disfrutarlo con todo lo bueno y lo malo que pueda traer porque es unico y nos enseña algo un día a la vez.
Agudizaste mi detector de imbeciles e inutiles, y aunque seguiran existiendo y me los seguire encontrando día sí y día tambien, ya no me pasan inadvertidos.
Como te dijera que más que estar felíz lo que estoy es dichosa porque me diste las herramientas para cortar la mala hierba de mi jardín.

Ratch kendel


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